En 1982 fallece su padre José y en 1984 su hermano Fernando. El reflejo inmediato de ello se aprecia en sus obras, imágenes que transmiten una profunda soledad y silencio. De los vitalistas personajes llenos de energía que ocupaban casi todo el lienzo, no queda sino un rastro de su paso por la habitación. Se pinta su ausencia, su imprevista desaparición, dejando la chaqueta que los calentaría en el respaldo de la silla, los zapatos y el mapa con los que hacer camino, sobre la mesa, una naranja a medio pelar y otras enteras, como una vida sin terminar de disfrutar.10 Publica el “Manifiesto emocionado”, edición con diez cuadros y textos propios. Le sigue “Quiero ser miércoles”,11 una recopilación de sus obras pictóricas y literarias con la inclusión de varios poemas.1213